“Imagina que eres un guardián de una bóveda secreta en una organización muy importante. Dentro de esta bóveda, se almacenan documentos y objetos extremadamente valiosos. Tu tarea principal es proteger estos activos, ya que su divulgación podría causar graves daños.

Un día, mientras realizas tu ronda de seguridad, notas que hay un visitante no invitado que intenta acceder a la bóveda. Este visitante representa una amenaza para la privacidad de la información almacenada en la bóveda. Como guardián, debes identificar y proteger estos activos de la información.

El visitante tiene varios dispositivos en su poder, incluyendo un software malicioso que podría dañar o robar información. Además, ha traído un gusano informático que se propaga rápidamente sin necesidad de archivos adjuntos, así como un troyano keylogger que registra secretamente las pulsaciones de teclas para robar información confidencial.

Afortunadamente, estás bien preparado. Has implementado medidas de seguridad sólidas, como una cerradura electrónica en la bóveda (para proteger la privacidad de la información) y un sistema de alarma (para detectar intrusiones). También has instalado un programa de seguridad avanzado que detecta y bloquea el malware y las botnets.

Tu objetivo es mantener la integridad de los activos de la información y evitar cualquier pérdida financiera o daño a la reputación de la organización. Ahora, ¿qué medidas tomarás para proteger la privacidad de la información y los valiosos activos que resguardas?”